Una Editorial se va de la Argentina

    "El demonio no son tus lectores, ni los que compran tus novelas ni quien los descargar de manera ilegal. No hay demonios en realidad. Lo que hay son dos mundos, dos maneras diferentes de hacer las cosas." (Hernán Casciari)

Hace poco una editorial que no diré el nombre anunció que cerrara las puertas en Argentina, porque desde el gobierno de Mauricio Macri la solución se volvió insostenible. 

A los autores e ilustradores les llegó un mail diciendo que sus contratos quedan en los hechos rescindidos y que los libros que aún tienen serán destruidos para no competir contra el mercado. Eso nuevamente generó la polémica de que sería mejor donar los libros para que aquellos que no tienen la posibilidad de acceder a la literatura por cuestiones económicas puedan tener la oportunidad de descubrir un mundo nuevo. 

    El motivo por el cual las editoriales tienen esta tradición de quemar o destruir los libros, es por el "miedo" de vender los libros a menor costo o en lotes y que los lectores tomen esto como una "avivada". Es decir, que por el simple motivo de no destruir un libro y venderlo a mitad de su valor, o regalarlo, la gente diga "Ah, entonces no compro un libro nuevo jamás, espero que todos se fundan y compro todo muy barato o me lo regalan". Sí lo sé suena inverosímil, pero creer o reventar, ese es el pensamiento que sostiene este tipo de acciones.  

Obvio que todos podemos quejarnos y pedir que esos libros que tendrían que convertirse en picadillo finalmente sean donados pero más allá de lograr eso, me resulta interesante como en estos tiempos que vivimos, exista gente con la mentalidad del siglo pasado. 

Esta editorial es la segunda de la semana que me sorprende para mal. Una colega me dijo el otro día preocupada que intente no enviar manuscritos en PDF a las editoriales porque a ella le sucedió algo "Catastrófico". 

    El hecho en sí es el siguiente: 

    Ella mandó su manuscrito a varias editoriales y tuvo la suerte que una editorial se fijara en ella. 

Armaron el contrato, se dedicó a trabajar en su novela y hace poco le llegó un mail de la editorial diciéndole que su manuscrito se encontraba disponible para ser descargado en una pagina "pirata". La editorial le pidió que logre dar eso de baja, o no lanzarían su libro porque creen que ese archivo pirata afectaría a las ventas. 

Que obsoleto resulta decir "pirata" en épocas donde todo pasa por internet, pero aún así estas cosas suceden. Editoriales que miran lo "gratis" como una enfermedad. 

Para ellos, el que descarga algo ilegal es el enemigo, el autor que permite que sus lectores bajen un PDF gratis es un desquiciado y ellos, la editorial, son las victimas. 

"La situación es sumamente confusa, a varios autores no nos ha llegado ninguna comunicación, incluso habiéndola pedido", relató uno de sus autores. 

Porque claro, en la caída, en el cierre, cuando ya no hay ganancia todos aquellos que no aportaron a la supervivencia son tratados de igual manera que lo que ellos consideraron sus enemigos. Es decir, su pensamiento es, vos autor que no fuiste un Bestseller, no mereces mi atención o mi empatía mientras destrozo tus historias porque no fuiste exitoso. 

¿Y que es ser exitoso? Eso lo mide cada uno, pero por lo visto en los tiempos que corren vale más editar un libro de cincuenta paginas por un Youtuber que venda muchísimo, que tal vez editar un manuscrito que podría tratarse de la siguiente gran novela latinoamericana. 

Con esto que escribo, no es que quiero posicionarme en una postura "anti-editorial" porque se que muchas trabajan bien y son más transparentes a la hora de hablar con los autores. Editoriales que se dan cuenta que internet es una herramienta, y a ese tipo de editoriales es la que espero encontrar algún día para confiarle alguna de mis historias. 

Pero mientras más conozco autores que me cuentan sus desventuras, más me espanto. 

A una conocida le pagaron regalías miserables, y hubo un destrato enorme por parte de la editorial ya que su libro no vendió. Ella acusa que jamás le hicieron publicidad, que enviaron ejemplares a "Influencers" que no eran su "tipo de lector", que destrozaron la obra por estar esperando otra cosa.  Eso le alcanzó a la editorial para solamente distribuir el libro y listo. La publicidad corre por parte de la autora, a pesar de solo ver un 10 % de ganancia del valor de tapa. 

¿Y que puede hacer? Nada, solamente esperar que el contrato se termine. 

Por mi parte, trabajé con un servicio editorial. Desde el momento cero fueron claros conmigo. Ellos se encargan de lo administrativo, de maquetar el libro, de prepararme el formato digital, ayudarme a subirlo a Amazon, mandarlo a imprimir y listo. 

Todo eso lo financié. Lo que es venta, publicidad, distribución, corre todo por mi cuenta.

Con Senda Sangrienta, seguí un camino que esta editorial se hubiera agarrado de los pelos. Básicamente al que no puede comprarlo en físico le regalo el digital. Y luego le acepto alguna donación. Sostengo que estamos en un momento donde internet acerca a la gente que tiene intereses similares y yo me pongo en situación de que si un escritor que es tan amable como para regalarme su novela, si me gusta, compro el físico. Pero porque tengo 30 años y me encanta tener libros en físico. Para mi suerte, no soy el único y muchos lectores que conocí por internet me apoyaron comprando su ejemplar. 

    Es por eso que cuando veo estos casos, me sorprende la falta de voluntad para cambiar.     

    Hay ocasiones que es más que necesario aprender a cambiar y me gustaría poner un ejemplo que sucedió en Argentina.  

    Gustavo Olmedo, que en los 90´s tuvo una carrera increíble en ámbito radial,  fue despedido de una radio que perdió todo el poder que supo tener en décadas pasadas. Él podía haberse seguido moviendo por una industria que es la sombra de lo que supo ser y eligió sumergirse el mundo de los podcasts. Y encontró ahí su lugar. 

    Él le dice a los oyentes todo el tiempo que necesita dinero para mantenerse y pide una suscripción a voluntad. A mi me gusta lo que hace y estoy suscrito. Por 300$ al mes se que estoy aportando mi granito de arena a que exista algo que me gusta y unas 400 personas piensan lo mismo que yo y todos los meses estamos ahí, apoyando. 

Tal vez, ahí radica el dilema de esta editorial que quiere prender fuegos los libros antes que regalarlos. Que mientras algunos pedimos cultura para todos, y buscamos apoyarnos mutuamente. Otros siguen pensando que la cultura es para una elite, y si no sos parte de la elite, prefieren destruir la cultura antes de verla en las manos que ellos consideran "no dignos" de aquellos que en su mente, son capaces de esperar añares por leer un libro, con tal de pagarlo más barato o no pagarlos. 

    Ojalá algún día puedan verse a un espejo y darse cuenta que lo más cercano a ese demonio, que crearon en su mente para justificar lo que está sucediendo en estos tiempos que corren, son ellos mismos. 

    

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9 comentarios:

  1. Gracias Saro.
    Me alegro que te pareciera interesante este texto de la realidad del mundo literario.

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  2. Es impresionante que existan prácticas dignas del oscurantismo en el actual siglo, considerando que un libro es cultura y conocimiento, cuando el conocimiento se paga con más conocimiento (a mi parecer)

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    1. Pero lamentablemente existen. Todo cambia para permanecer igual dicen. . .

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  3. me parece una lástima que exista personas con esa mentalidad en el siglo actual, algo tan enriquecedor como leer un buen libro siendo destruido por el simple hecho del dinero. Con todo lo que nos ofrece la literatura, tener un pensamiento tan "antiguo"...

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    1. Y más lastimoso es que esa gente es la que tiene el poder económico para poder descubrir autores. Por eso vivimos en una era con reediciones y no de autores nuevos...

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  4. Super profundo y analítico. Como que hay muchas cosas para decir al respecto desde la decisión de SM, a lo que le pasó a tu colega hasta el cambio que radica en uno. Si, hay muchas cosas por cambiar, pero nada está perdido. A seguir luchando por una causa común =)

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  5. Lamentablemente está es la realidad que aún vivimos, aunque pensamos que este tipo de cosas no existen, y sorprende, pero existen. Muy buen texto!

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