Preludios & Nocturnos

    Tengo abandonado el blog. Me cuesta encontrar cosas para escribir en este medio que considere valga la pena que ustedes deseen leer. 

    Sigo escribiendo mis manuscritos, los que me piden la continuación de Robert Vorgrimler, tal vez ustedes no recibieron más noticias de él luego de Senda Sangrienta, pero actualmente estoy terminando su tercera aventura (o desventura). 

    Sostengo que la razón por la cual van a poder leer más de él, es que una editorial decida apostar en mi capacidad como escritor y traigan al papel su historia. 

    Hablando de papel, finalmente El Portador de la Luz se editó en Argentina. 

    Digo finalmente por que si bien firmé contrato en julio de 2022, escribí esa novela entre 2018-2019. Luego fue visitarla, modificarla y mandarla a toda editorial posible, esperando que alguna de editorial decida aceptarla y fue Urano quien me otorgó la oportunidad de cumplir este sueño. 

    No fue para nada fácil, hace poco hice un posteo sobre eso y todos los comentarios que me hacían colegas respecto a buscar que una editorial te dé una oportunidad.

 Usualmente, las respuestas eran las siguientes: 

1) Olvídate, a nadie le interesa editar Fantasy si el autor es Argentino, solo le dan lugar a los autores que vienen de afuera. 

2) Olvídate, a las editoriales solo le interesan los temas que están de moda, si no escribís algo que está de moda, ninguna te va a dar la oportunidad. 

3) Olvídate, si no tenés miles de seguidores nadie te va a dar una oportunidad, a las editoriales solo les importa vender. Si la historia es mala pero sos una figura de redes tenés más chances de ser editado que si sos alguien con calidad literaria. 

    Nunca recibí un mensaje de "Sí, es posible, así que seguí intentando". Pero seguí intentando, ¿Qué otra cosa podía hacer? 

    No me interesa escribir algo que no me nace de corazón, no me interesa volverme loco en hacer cosas que no tienen que ver con escribir para tener "seguidores" solo me interesa escribir y ser leído. 

    Y así, poco a poco fui conectando con lectores y lectoras de todo el país (y fuera del país) que le daban una oportunidad a Senda Sangrienta y ahora me escriben ansiosos por comprar su ejemplar de El Portador de la Luz

    Lo que quiero decir con esto, es que no se rindan nunca y jamás pierdan el tiempo en ser alguien que no son. 

    Desde que empecé a escribir en 2018 y compartía mi sueño de ser un autor publicado en talleres de narrativa, con colegas, con lectores, todos me decían que era imposible, que tenía que cambiar mis redes sociales, que tenía que aprender a "Jugar con el algoritmo" hasta me recomendaron que haga historias de determinados géneros con un seudónimo para poder atraer miles y miles de electores que consumen mucho ese género. Mi respuesta a eso era que no, que solamente podía escribir lo que a mí me gustaría leer. 

    Durante años me preguntaron ¿Por qué escribís tantas novelas? ¿Sabías que jamás te van a editar no?  Y eran preguntas que me dolían, porque venían de otros escritores que ya se habían dado por vencidos en ver su obra en papel. 

    ¿Por qué escribo tantas novelas? Porque crecí con ese tipo de historias, no con cuentos cortos y se me aparecen personajes como Lucifer, Robert y tantos otros que siento la necesidad de contar su historia. 

    ¿Sabía que jamás me iban a editar? No, no realmente. En ocasiones sentía que era difícil, pero no perdía esperanza. Veía las historias que algunas editoriales publicaban, historias que para mi entender no tenían un nivel tan superior a mis novelas y pensaba, bueno, acá puedo tener una chance, acá mis historias seguramente podrán compartir hogar con lo que veo que publican. 

    No voy a mentir, hubo ocasiones en las cuales no me mantuve positivo. Es común que mientras más te metes en ciertos rubros y ves como funcionan ciertos engranajes en que sabes cuando sos alguien que está yendo con la corriente, y por lo tanto, tenes más oportunidades que cuando sos alguien que está yendo por otro tipo de camino y por lo tanto las oportunidades disminuyen. 

    En esas ocasiones me recordaba que yo empecé a escribir por la necesidad misma de escribir y me decía que mis autores favoritos tenían poco interés en ser publicados si eso significaba comprometer sus obras.  

    Me repetía ¿Qué otra cosa vas a hacer si no escribís? ¿Jugar más Diablo II? ¿Ver otro capítulo de alguna Sitcom? Y me acordaba de la primera vez que me puse a trabajar en lo que terminó siendo "El Portador De La Luz" 

    Esa noche, llegué de la primera clase del Taller de Narrativa, y las horas pasaron volando cuando me senté a escribir acompañado de un café sobre un Lucifer noble que buscaba cambiar el curso de su existencia. 

    Esa noche, casi un año después de la muerte de mi papá, logré sentir que volvía a respirar aire fresco y no que apenas podía respirar de la angustia que llevaba conmigo desde hace mucho tiempo. La literatura me salvó esa noche, y me siguió salvando. Por eso no puedo parar de escribir, por eso estoy contento de haber seguido el camino de mis autores favoritos y que hoy en día veo en las librerías una obra mía, donde dejé el alma, editada. 

    Cumplí uno de los sueños de mi vida, y el sueño que más me dijeron que sería imposible de lograr. 

    Ustedes deberían perseguir los suyos y nunca, pero nunca dejarse desanimar en intentar cumplirlos.  

    Los sueños que se cumplen y solo vos creías, son los que más satisfacción generan. Se los dice alguien que la noche que tuvo su obra en papel no logró dormir de la emoción que le generó saber que era real, que lo había logrado y que la historia en la cual invirtió tanto tiempo, emoción y esfuerzo, finalmente había llegado al plano físico. 


   


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