-And what will you be then, Dreamlord?
-I am hope.
-I am hope.
Jamás creí que seríamos tan afortunados.
Son épocas tristes para los fanáticos de cualquier historia de comic o libro, porque los guionistas y productoras hace mucho tomaron la decisión de que el núcleo principal de lectores no son suficiente y necesitan adaptar todo al público que ellos consideran "importante". El resultado final siempre termina siendo un producto que pierde toda conexión con la historia original salvo el nombre y que pasa con más pena que con gloria.
En este contexto, Netflix que ya tenía mucha mala fama con sus adaptaciones anunció que haría Sandman, esa historia llena de historias que revolucionó la industria del comic cuando salió hace más de 30 años atrás. Lo único que hizo que más de uno no pegue un grito al cielo era que estaba Neil Gaiman el creador de Sandman detrás de la producción.
Cuando se anunció el cast, pasó lo que muchos creímos que iba a pasar. Todo usuario de Youtube que encontró siempre en "la diversidad" un producto que consideraron inferior soltó un grito al ver que Lucifer sería interpretado por una mujer, que no había John Constantine porque estaría Johanna Constantine y que Muerte dejaba de tomar la forma de una chica pálida.
Me cansé de explicarle a la gente que Lucifer no tiene genero y que si me guio por los comics, tiene más parecido al Lucifer de las viñetas el personificado en Sandman que el que vimos en la serie Lucifer.
Me cansé de explicarle a la gente que John Constantine es un personaje que aparece poco en el comic, que aparece mucho más su antepasado Lady Johanna Constantine y que traer a John por unos minutos costaría muchísimo dinero, entonces tenía sentido que la actriz que sería Lady Johanna interprete a una nueva Constantine del año 2022.
Me cansé de explicarle a la gente que los Eternos pueden tomar cualquier tipo de forma, entonces no tenía nada de malo que Muerte tuviera otro aspecto.
Y todos ellos me contestaban siempre lo mismo que no esperara nada de esta serie, que no serían fieles al comic y que el producto final sería algo que no le llegaría a los talones. Pero poco me importó lo que me dijeran yo tenía fe en esta historia, tenía fe en uno de mis escritores favoritos.
¿Y que pasó?
Parafraseando a Yu-Gi-Oh!: tengo fe en el corazón de Neil Gaiman y mi fe me recompensa, con Sandman la mejor adaptación que vi en mi vida.
Sandman no intenta ser un calco de la versión que existió hace más de treinta años atrás si no contar esta historia en los tiempos del presente. Y se toma ciertas licencias que en lugar de arrastrar por el barro la historia original, hace que este nuevo viaje tenga más fuerza.
El punto más fuerte a destacar en esta historia es Tom Sturridge que interpreta a Sueño, es decir Morpheus, es decir Sandman. En las viñetas el personaje no tiene ojos, sino unas cuencas color negras y acá tenemos a los ojos del actor actuando como catalizadores para la historia que uno está viendo. Sin hablar Tom es capaz de mostrarnos todas las emociones que Sueño intenta bloquear sometido a sus propias restricciones.
Los personajes secundarios que en los comics en muchos casos eran personajes desechados por DC Comics, son reemplazados por otros que tienen mucha más conexión a lo que una historia como Sandman debería contar.
Y la decisión que tomaron respecto a la lucha de Lucifer contra Sandman que al principio sentí que estaban cometiendo un error, resultó ser una elección más que acertada para que las personas que jamás leyeron el Comic entendieran luego la decisión de Lucifer.
Acá no se trata de que todo sea un calco de una historia que se contó hace mucho tiempo, porque Sandman es la muñeca rusa que tiene una historia dentro de una historia y el hecho de que se hiciera en 2022 le da a su autor la chance de volver a jugar con su historia más importante.
Y que manera de jugar.
Desde el capitulo uno con la captura de Sueño, pasando por todo el proceso para recuperar sus ítems de poder hasta encontrarse con su hermana.
Increíble la emoción que provoca el capítulo 5 con la presencia de Muerte y de Hob el inmortal. Admito que ese final, cuando Sueño sonríe al ver a su amigo que lo esperó por tanto tiempo me hizo derramar más de una lagrima.
A partir del capitulo 6 es entendible que uno sienta que la serie pierde un poco de fuerza, pero eso se debe a que los primeros capítulos corresponden al tomo I que siempre tuvo mucha más fuerza que el tomo II que actúa como una antesala para lo que se vendrá. Pero ese final con un Sueño más amable que no tiene reparos en admitir que necesita cambiar, y grábense la palabra cambiar porque es lo que más importa en esta historia.
Y para deleite de todos nosotros, decidieron hacer un episodio bonus que trae dos historias cortas e increíbles que corresponden al tomo III.
Y ahora digo algo personal, pero el capítulo donde el escritor moderno encuentra el éxito desmedido me parece el mejor palo que se le puede dar a aquellos autores que tienen la mente puesta en el dinero que en la obra en sí. Ese capítulo demuestra muy bien que Neil Gaiman y Alan Moore están hechos de la misma madera, pues es Moore el que dice "Trata a la literatura como un Dios y dale solo lo mejor que tengas".
Y el problema de este hombre es que el quiere que la deidad trabaje para él. Y como avisé que esta parte era algo personal puedo decir que no hay peor miedo para un escritor que la página en blanco y la imposibilidad de llenarla. También me gustaría agregar que el sonido del teclado siendo golpeado una y otra vez a gran velocidad mientras destruís ese blanco que significa la nada, con las palabras que significan un nuevo mundo es uno de los placeres más grandes en todo aquel que sienta que encontró en la literatura un Dios para adorar.
Ojalá Netflix entienda que logró algo importante. Tal vez su logro más importante a nivel cultural y decida dar luz verde a la siguiente temporada de Sandman, porque si adaptan de esta manera toda la serie de comics estaremos presenciando algo hermoso en una época que parece que ya no hay lugar para la hermosura.
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