Una Obsesión Con El Tiempo

Hace poco leí "L.A Confidential" de James Ellroy. La narrativa, completamente distinta a todo lo que leí, me incomodó un poco en las primeras páginas y luego me volví un adicto. Leí la novela en una semana, no podía parar de leer.

Cuando un autor me sorprende, quiero saber todo sobre su vida, que lo motivo a escribir como escribe, qué escuela literaria tienen, qué personalidad está detrás de las palabras.

Descubro que Ellroy público su primera novela a los 33 años de edad, y trabajaba como Caddie. En sus propias palabras era un buen trabajo porque le permitía llegar a su casa a las dos de la tarde y ponerse a escribir.

33 es también la edad que tenía Glenn Danzig cuando sacó su primer disco como solista, luego de años de Underground con sus proyectos The Misfits & Samhain. Fue con Danzig I que Glenn logró el "Éxito" y salió a recorrer el mundo, además de que fue el puntapié para su empresa de Comics.

¿J.K Rowling? Casi, pero J.K tuvo a Harry Potter publicado a sus 32 años de edad.

¿A qué va todo esto? Veo en líneas generales una obsesión con el paso del tiempo. Nos enseñaron que ciertos rangos de edad son los únicos para ciertas actividades. O nos dicen que ciertas actividades, en especial el arte, tienen que tener una fecha de caducidad, es decir, si probaste durante cinco años, diez años y no obtuviste el llamado éxito, es decir, ganar plata para mantenerte con lo que te gusta hacer, entonces tirá la toalla.

Yo no soy la excepción y sentía que si no publicaba algo antes de los 29 años estaba condenado a no publicar nada jamás.

¿Por qué 29? Porque Neil Gaiman había publicado Sandman a esa edad.

¿Y King? A los 27 ya tenía Carrie bajo el brazo y el resto es historia. Pero precisamente esa historia es la que más me llama la atención y es el mejor ejemplo de lo que es no bajar nunca los brazos.

No miento si digo que Stephen King buscó ser escritor desde que aprendió a leer y escribir. De una familia de clase baja, Stephen siempre tuvo trabajos horribles y mal pagos, los cuales jamás lo distrajeron de su meta principal, que era poder alimentar a su familia con las palabras que escribía en la máquina de escribir que le pertenecía a su esposa. Desde su adolescencia que recibió cientos de cartas de rechazo por parte de las editoriales y nada hizo que su voluntad se quebrase. Ni en los peores momentos de su vida dejó de escribir, mención de honor a Tabitha King que jamás le pidió a su marido que dejase de escribir y buscase un segundo trabajo porque ella confiaba en él. "Vos siempre tuviste un segundo trabajo, con mi máquina de escribir".

Para mis colegas que estamos en los 30, la edad donde parece ser que es el último tren a lograr ser leídos, escuchados, les digo que Sir Terry Pratchett público el primer libro de su famosa saga "Mundo Disco" a los 41. "Ánimo, aún tenemos otra década más".

Ánimo y rodearse con gente que hace bien. Si algo que le agradezco a la literatura es la gente maravillosa que uno se va cruzando en el camino. Ninguno vive de ser escritor, algunos están un poco resignados con seguir escribiendo, pero celebramos cada pequeño logro del otro. Lo hacemos porque sabemos lo difícil que es mantener la esperanza y los sueños de la juventud ante un mundo que parece querer destruir a los soñadores y a los artistas.

Escuché hace poco una entrevista a Diego Miller, quien trabajó en la Rock And Pop y le preguntaron ¿Por qué cree que él tuvo la chance de entrar en Rock And Pop? ¿Qué tuvo él que no tuvieron los miles que quisieron pasar por lo que fue una radio mítica y no pudieron? Entonces él respondió que estaba obsesionado con la radio y hacía programas para nadie, y a pesar de eso ponía todo su esfuerzo, era lo único que le importaba. Hoy en día Diego está abocado en proyectos que no le rinden económicamente, pero sigue firme en ellos porque considera que es lo correcto.

Lo mismo cuenta Wes Eisold que cuando decidió dedicar su vida al arte o morir en el intento, vivió por años en casas ocupadas, durmiendo en el sillón de conocidos, pero siempre invirtiendo todo su tiempo a su pasión. En ningún momento, con ese tipo de vida, Wesley se imaginó dueño de una casa, padre de familia a los 40 años de edad, viviendo de su pasión por la música y por los libros, pero esa es la realidad.

¿A qué edad Wes sacó el disco que pondría a Cold Cave delante de todo el mundo?

A los 32.

Pensamientos Random Para Finalizar:

1) Escuché una nota a una famosa Argentina que contaba que los padres siempre la apoyaron en sus sueños, que le pagaron siempre las clases de actuación y pensaba en lo fácil que es la vida de la gente que nace en una familia con privilegios. Como esa persona jamás tuvo que posponer sus pasiones o tener solamente dos horas para poder practicar, porque el resto del tiempo estás viajando a trabajar, trabajando y descansando.

2) Un día vi que alguien se quejaba por los precios de Red Hot Chilli Peppers, creo que el valor de la entrada era 55.000$, esta persona decía que el precio era una locura, que no pensaban en la gente que no iba a poder ir dado al valor. A las 24 HS de ver ese estado, un amigo mostró un cartel de que no había logrado conseguir entradas para el recital, ya se había agotado el estadio entero.

3) Voy a dejar esta frase de James Ellroy sacada de una entrevista, porque al leerla pensé que en mi caso, me obsesionó por completo: "Quiero tener una relación interactiva y profunda con mis lectores, porque ellos piensan y reflexionan. Mis novelas están en gran medida centradas en mi obsesión y quiero sacar a mis lectores de su vida cotidiana y obligarles a leer los libros de forma obsesiva, compulsiva, que se concentren de forma obsesiva en ellos, y esto seguramente puede reflejar la forma obsesiva en que yo escribo los libros."

4) Me pasó lo más extraño con una lectora. Los que me conocen saben que Senda Sangrienta, el digital lo regalo y siempre le digo a la gente de que al vivir en una sociedad capitalista si quieren apoyarme financieramente son bienvenidos. Bueno esta lectora se sintió ofendida porque dijo que la hacía sentir mal, porque ella solo aceptó a leerme no a darme plata y al pedirle este "apoyo" la hacía sentir mal.  Le tuve que explicar que en ningún momento tuve intención de venderle nada ni sacarle un centavo y me dijo que si, que entendió pero que ya no tenía ganas de leer lo que le regalé y que vería si en algún momento lo leería. En ese momento sentí ganas de decirle, ¿Sabes qué? no leas nada, pero no lo hice. Ojalá lo lea, le guste y se dé cuenta lo mal que me trato y lo mal que me hizo sentir.  


Nos vemos luego.



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